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Editorial

La metamorfosis de Ledesma

El cordobés ha mutado en su juego, cada vez está más lejos de ser aquel futbolista explosivo que hacía toda la banda derecha, hoy su función parece pasar por el centro de la cancha.

Kafka fue un escritor alemán que logró la inmortalidad cuando publicó en 1915 un libro llamado «La Metamorfosis». En el relato se contaba la historia de Gregor Sansa, un vendedor de telas que de un día para el otro amanecía transformado en un insecto cambiando su vida, y la de su familia, para siempre. Si bien en ese texto la historia no tiene un final feliz para el protagonista, se puede usar como analogía de la mutación futbolística de Pablo Ledesma. El volante cordobés ya no es más aquél jugador que explotaba por la banda, ahora es un futbolista que habita con mayor confort por la zona central.

Carlos Bianchi es el Kafka de Ledesma. El entrenador ha sido el responsable de ir probando de a poco al cordobés por el medio de la cancha. En más de un partido lo ha utilizado junto a un compañero o en soledad en el círculo central. En medio de las críticas justificadas por el rendimiento que ha demostrado el último tiempo como volante por la derecha, el Virrey ha acertado al correrlo de la banda. Sin brillar, en esta nueva posición se ha visto una mejor versión del Gregor Sansa de Boca. 

La metamorfosis ya ha tenido resultados positivos. Contra Rafaela se destacó el ingreso de Erbes, pero él, que es un natural volante central, pasó a la derecha dejando a Ledesma por el centro, cuando un tiempo atrás lo lógico hubiera sido que jugaran al revés. Juntos hicieron que el fútbol de Boca sea más fluido, ayudando a Riquelme, Sánchez Miño y Martínez a tener más, y mejor, posesión para ganar el partido. En la práctica de esta tarde la situación volvió a repetirse:  El cordobés hizo las veces de doble cinco con Fernando Gago y el Pichy jugó en la banda diestra. Por lo que es muy probable que esto ocurra también el domingo ante Vélez.

¿Por qué el cambio? Ledesma ha jugado muchos años en Italia, adaptándose a sistemas más tácticos que de a poco lo fueron transformando y quitándole la explosión, la sorpresa con la que llegaba al ataque y su recorrido por la banda, cambiándole su juego básico. Cuando volvió a Boca  fue como un volver a nacer, sus primeros partidos parecían un reflejo de los que hizo con excelencia en el  2007 antes de emigrar a Europa. Su arranque fue tan espectacular que despertó en algunos, deseos de verlo en la Selección Argentina. En su mejor momento apareció una lesión muscular que frenó su rendimiento y lo apagó.  Con un físico que ya no le permite el mismo cambio de ritmo, ni destacarse tanto por la banda, el centro del campo le sienta más cómodo, al tener otro panorama,  para ser eje del juego.

La metarmofosis de Ledesma ya empezó, ahora dependerá de él que sea para mejor.

2 Comments

2 Comments

  1. Eitan

    29 agosto, 2013 at 20:51

    Totalmente de acuerdo. Excelente!!!

  2. @arielperez9003

    30 agosto, 2013 at 03:14

    Una vez mas chicos me saco el sombrero ante ustedes excelente nota y descripción del momento de Ledesma una vez mas los felicito EXCELENTE

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