Connect with us

Editorial

Leandro Marín, el hombre que supo aprovechar las oportunidades

No estaba en los planes de nadie, aún en un puesto que se encontraba en «remate», pero apareció, respondió y se convirtió en un titular sin quejas. Conocé la historia del nuevo lateral derecho de Boca.

Franco Sosa, Christian Cellay, Emiliano Albín, son algunos de los nombres más rutilantes que han jugado en los últimos meses en el lateral derecho de la defensa de Boca. Cada uno, con diferentes características, no supieron demostrar un rendimiento que les permita desempeñarse durante un largo período con el aval del público y de los distintos entrenadores que los han dirigido. Un día, cuando las lesiones y las sanciones no daban lugar a muchas opciones, y en un partido que para muchos no tenía peso, en México, ante el Toluca. Apareció Leandro Marín, y en silencio, se quedó con la «4».

Más parecido a Facundo Roncaglia que a Hugo Ibarra, por citar a dos de los últimos exponentes de confianza en esa posición. Con la camiseta 29 en su espalda, Marín, se mostró inseguro con la pelota en los primeros minutos de ese nuevo debut que tuvo que enfrentar ante el Toluca por la Copa Libertadores. Hubo una jugada en ese encuentro que seguramente le habrá ayudado a vivir este presente, y que para casi todos, pasó desapercibida. Juan Román Riquelme corrió 15 metros en diagonal, retrocediendo en el territorio, directamente hacia él para pasarle la pelota. Fue un voto de confianza, el máximo ídolo de la historia de Boca lo estaba integrando al circuito de juego para que su autoestima futbolística crezca.  El cambio se notó, y mucho, en su siguiente partido, ante Belgrano, en La Bombonera, ahí, Marín, se animó a pasar al ataque y hasta probó al arco en más de una oportunidad.

Pero, ¿quién es Lucas Leando Marín?.  Es un juvenil de 21 años (es categoría 92) oriundo de Neuquén, provincia del sur de la Argentina. Debutó en Boca en el Clausura 2010. Fue en la goleada que el Xeneize le propinó a Arsenal por 4-0 en la Bombonera y en la que Martín Palermo se transformó en el máximo goleador del club superando a Cherro. El  técnico de la institución era Roberto Pompei, quién lo conocía de las inferiores y la reserva, y que terminó apostando por él. Ese día jugó 15 minutos e ingresó por el Negro Hugo Benjamín Ibarra.

El 2010 fue el año en el que más partidos disputó en el primer equipo Xeneize. Luego de su debut, fue parte de una gira en la que Boca se enfrentó al Sounders de Estados Unidos, Palmeiras de Brasil y los conjuntos autralianos Wellington Phoenix y Melbourne Victory. En el Apertura de ese mismo año, jugaría dos partidos más, ante All Boys y contra Olimpo.

Tuvieron que pasar dos años para que Marín volviera a tener una oportunidad de jugar en Boca. Fue con Falcioni como técnico y en un amistoso en el que el Xeneize cayó ante Cerro Porteño por 2-1. Definitivamente su carrera no iba acorde a las esperanzas que había, en el que para muchos, era uno de los mejores laterales derechos que había en las inferiores.

Carlos Bianchi lo siguió durante la pretemporada y confió en él para ponerlo en la lista de los 30 jugadores que estarían disponibles para jugar la Copa Libertadores. El mismo Virrey, que dijo que el lateral derecho de Boca estaba en remate, y cuando todos los medios ponían a Marín como una fija para ser ficha de cambio por otro jugador en los Octavos del máximo torneo internacional, apostó por él y salió ganador.

Ya lleva tres partidos consecutivos como titular, el miércoles estará desde el inicio para afrontar el durísimo choque ante el Corinthians. Con un buen físico (mide 1,78), rápido, de buena técnica y con gran marca por su pasado en inferiores como marcador central. Hoy, Leandro Marín se convirtió en el hombre que supo aprovechar las oportunidades.

 

 

Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

More in Editorial