Connect with us

Liga Profesional Argentina

Los debutantes de una jornada de orgullo histórico

Te contamos en detalle cómo les fue a todas las promesas que dieron el primer gran paso de su carrera.

Ayer te contamos en un informe todo lo que tenías que saber sobre los juveniles que iban a representar a Boca contra Banfield. Hoy te traemos un análisis sobre cómo le fue a estos 14 chicos que pusieron por primera vez la camiseta del club que los formó de manera oficial. Mirá:

Agustín Lastra (2001): el arquero descolgó todos los centros, estuvo muy atento a ser parte del juego con sus pies, fue rápido para atorar y le sacó una gran bocha a Pons. Muchísima seguridad en una noche sin errores en la que supo demostrar su personalidad y que ocultó que era su primera vez.

Eros Mancuso (1999): capitán y parte del liderazgo de este equipo. Muy firme en la marca, no sufrió jamás a Cuero cuando lo encaró. En ataque fue muy importante, mostrando su inteligencia para llegar por sorpresa, para asociarse y para ser apoyo. Con su rendimiento confirmó que su debut fue tardío, ya que tiene un enorme potencial para ser lateral en cualquier equipo de primera.

Balthazar Bernardi (2001): brillante actuación del central, que demostró muchísima inteligencia para defender con espacios abiertos, llevando siempre a la marca para la trampa que él había ideado para sacarle la pelota. Bien con los pies, muy fuerte de arriba, y con enorme seguridad.

Gabriel Aranda (2001): Pola estuvo a la misma altura que su compañero de dupla central, pero en un rol diferente. A él le tocó ser el que más buscaba anticipar, ganando en una inmensa mayoría de duelos, e incluso recuperando dos o tres pelotas en menos de un minuto. Jugó todo el partido condicionado por una ridícula amarilla que le sacó el árbitro, acción que generó que no pudiera tocar a Cuero en la contra que, entre Barco y Lastra, evitaron el gol de Banfield.

Rodrigo Montes (2000): el volante fue la rueda de auxilio de Ezequiel Fernández y el apoyo constante para las transiciones. Se desgastó en la doble función y, sin resaltar como otros, terminó siendo muy importante para el dominio de Boca. Además, estuvo cerca del gol con un par de remates. Lo hizo aún sin tener su mejor partido en cuanto al toque de pelota, algo en lo que no suele fallar.

Gabriel Vega (2002): destellos de crack para este enganche o interno. Zancada, sacrificio, pausa, pegamento ofensivo entre líneas, fineza y panorama. Tiene un potencial para ser un futbolista que de muchas alegrías, pero habrá que ir acompañándolo y teniéndole confianza en sus decisiones.

Vicente Taborda (2001): con él Boca volvió a tener un enganche clásico, algo que no pasaba desde hace años. Este puesto lo conoce a la perfección, ya que fue uno de los que ha desarrollado con su categoría. Talento para elegir qué hacer con la pelota, para jugar de espaldas y girar, para armar transiciones, para soportar cargas con el fin de darle continuidad a un posible ataque favorable. Mucha inteligencia para jugar, pero también un gran corazón para correr, meter y para correr de manera incansable.

Israel Escalante (1999): el extremo confirmó la experiencia en primera división que traía de cuando Boca lo dio a préstamo al DIM de Colombia allá por el 2020. Lo demostró, en su debut con la camiseta de Boca, por su capacidad para encontrar espacios, en sus controles a favor de la gambeta y porque, si bien casi nunca terminó siendo efectivo, siempre buscó en cada centro dar un pase bajo que agarrara mal a la defensa y sin tener que dividir la pelota. Muy picante.

Ezequiel Almirón (2002): el hombre que generó bronca y tristeza con su lesión. Casi no se pudo disfrutar de su talento, ya que fue quien peor pagó los platos rotos por el poco tiempo de descanso entre el partido de reserva y el de primera.

Erik Bodencer (2000): el delantero tuvo que ingresar por Ezequiel Almirón y terminó confirmando un gran partido. Peleó con los centrales, corrió todas las pelotas, jugó de espaldas y se terminó creando una ocasión clarísima de gol a pura gambeta y remate cruzado. Pudo imponer su poderío físico.

Nahuel Genez (2003): le tocó ser el primer futbolista de la categoría 2003 en debutar en Boca, lo hizo al reemplazar al Colo Barco. Si bien tuvo pocos minutos, se mostró sobrio, rápido y vivo para leer cómo acompañar en contraataques, algo que también es su especialidad.

Kevin Duarte (2001): el volante central debió reemplazar a Ezequiel Fernández y lo hizo acorde a su estilo, siendo inteligente, dueño del trabajo sucio, de los relevos, de la buen a ubicación, del pase corto, simple y preciso.

Alexis Alvariño (2001): entró para terminar de cerrar el partido y darle, a este equipo, el lujo de ser el único equipo de la historia del fútbol argentino profesional que no cae luego de tener más de 8 debutantes iniciando el partido. Dejó señales de ese gran potencial que vive mostrando en las inferiores.

 

1 Comment

1 Comment

  1. Pingback: Juan Cabaña y Lucas Palma tuvieron su debut – Diario Xeneize

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

More in Liga Profesional Argentina