El Xeneize consiguió el resultado que necesitaba pese a no exhibir su mejor versión. El cambio de esquema no fue efectivo y las posibles lesiones preocupan. Quedan cinco finales.
Boca Juniors derrotó a Newell’s por 1-0 en La Bombonera y logró sostener su liderazgo sin importarle los resultados de los demás en esta fecha. El solitario gol de Darío Benedetto sirvió para cumplir el objetivo de un equipo que tenía que volver a la senda triunfal tras la pésima actuación en la caída del Superclásico.
Guillermo le fue infiel a su ideología del fútbol ofensivo y se dejó llevar por los temores al armar un 451 defensivo en La Bombonera. Este esquema, contra un Newell’s que no se ha caracterizado por su capacidad de ataque en el campeonato, obligaron que el partido se definiera por el peso de las individualidades. Mientras que Pablo Pérez no tenía precisión para ser enganche, Fernando Gago se mostraba extrañamente apático y Cristian Pavón sufría el tener que arrancar desde más atrás, Wilmar Barrios rompió el molde al trasladar la pelota y buscar con un pase vertical a Darío Benedetto, acción que generó una duda en la defensa de la Lepra, esa que luego quedó inmóvil frente al control orientado de Pipa que le permitió sacar un remate colacado y cruzado. El golazo del 9 y el atrevimiento del colombiano fueron las excusas con las que el Xeneize consiguió una ventaja que casi no buscó.
En el segundo tiempo Boca encontró preocupación en las lesiones. Darío Benedetto se fue a los 12 minutos por un problema muscular, luego le pasó mismo a Gino Peruzzi y a Juan Manuel Insaurralde. Guillermo sostuvo el esquema con Walter Bou, Oscar Benítez y Santiago Vergini. Hubo poco ataque, pero Cristian Pavón y Junior tuvieron dos acciones claras que desaprovecharon, uno por entregársela a las manos del arquero rival y el otro por errarle al arco.
La calma parecía llegar cuando Mansilla le pegó una dura patada a Pablo Pérez, provocando la correcta decisión de Germán Delfino de expulsarlo. Boca no aprovecho la ventaja en el resultado ni la numérica en el campo, los nervios lo llevaron a tirarse atrás y sufrir cuando Formica buscó a Scocco y obligó a Rossi – en la última jugada del partido – a hacer un anticipo que valió un gol.
Se ganó y en la semana se podrá trabajar para mejorar en el nivel colectivo. Boca ahora sabe que tiene cinco finales y que depende de si mismo para ser campeón.
alfredo
20 mayo, 2017 at 20:57
coincido no se jugo bien, se gano un partido importante contra un equipo que corre mucho y eso vale
faltan individualidades de jerarquias muchos lesionados
sodomizando plumiferos
20 mayo, 2017 at 22:39
o gago o perez…. los 2 no pueden jugar
que bien hubiera venido MESSIDORO!!!