Boca perdió otra vez en la Bombonera. Esta vez, fue por 1-0 contra Nacional de Uruguay por la Copa Libertadores. Andrés Scotti anotó el gol de los charruas que deja al Xeneize en una situación límite para la clasifiación. La semana que viene es la revancha en el Centenario.
El fútbol no tiene lógica, tampoco es un juego en el que las matemáticas ni los números sean tan importantes para poder hacer un análisis. Pero a veces, cuando la estadística es tan burda, hay que tomarlos en cuenta. Nacional de Uruguay llegó envuelto en una crisis a La Boca. Sin técnico y con un interinato. El planteo fue mezquino, buscando conseguir algo, y así fue. En la única situación de gol, por medio de una pelota parada, Andrés Scotti – aquél que le pegó una patada desleal a Riquelme en la serie ante Unión Española por la Copa pasada -, le ganó de arriba a Chiqui Pérez y Lucas Viatri, para superar con un tremendo cabezazo a Orion. En la única que tuvieron en el encuentro, la visita logró la ventaja que sería definitiva. Sí, esta crónica no juega con el resultado, lo remarca de entrada para demostrar algo: el resultado fue negativo, la efectividad volvió a ser letal para Boca al igual que en el fin de semana sucedió ante Unión. Hubo una mejora, pero cuando fallás en las áreas.
La idea de Bianchi comienza a surgir. Si usted está leyendo esto y piensa que quién escribe está loco, sepa que no es así. Se vio una mejora en Boca, la misma que nació en la altura de Guayaquil y que apareció en la segunda parte del partido contra el Tatengue del Torneo Final. Esta noche se pudo ver un equipo que se para más arriba para marcar, que presiona consiguiendo errores del rival y situaciones de gol, que por muchos momentos intentó tocar y no desesperarse, y que, sobre todo, defendió mucho mejor que en el pasado. Aún así, el resultado fue desfavorable, haciendo que los críticos de turno se llenen de una venenosa miel sus labios.
Aún con todas esas diferencias, con esos cambios, con esa actitud más positiva desde lo futbolístico, Boca sufrió la falta de concreción en las zonas sensibles, y se perdió uno de esos partidos que, antes, nunca se escapaban.
Las situaciones llegaron: un mano a mano de Clemente, un par de buenas acciones individuales de Erbes, un cabezazo de Chiqui Pérez, una doble jugada de Ribair Rodríguez, una apilada hermosa del Burrito Martínez. Entre el arquero Bava, y la poca efectividad en el área rival, hicieron que el resultado no se modifique.
La clasificación quedó complicada, Nacional lidera con 7 puntoxs, Toluca lo sigue con 4, Boca es tercero con 3, y por último, Barcelona. Habrá que ganar, los resultados son crueles, pero aún así, estos, no pueden tapar el crecimiento de un equipo en contrucción.
