Boca Juniors derrotó a River Plate en el Monumental en un duelo jugado con el corazón y que dejó al equipo en lo más alto del campeonato.
La historia volvió a repetirse, o mejor dicho, todo volvió a la normalidad, como dijo el propio Tevez con el corazón latiendo a mil pulsaciones luego del pitazo final. Boca se levantó de una inesperada caída ante San Lorenzo y se llevó un triunfo decisivo en el Monumental para dejar a River fuera de la lucho del torneo y quedar en soledad en la cima del torneo. El gol lo hizo Nicolás Lodeiro, que además fue la figura de esta final.
El destino inclinó la balanza. Nicolás Lodeiro arrancó de suplente en el clásico por una decisión de Rodolfo Arruabarrena que generó polémica en la previa. Pero la sorpresiva lesión de Fernando Gago a los 30 segundos del partido obligó al técnico a mandarlo a la cancha al uruguayo, que luego respondió al aprovechar un rebote en el área tras una tapada de Barovero a Tevez en la que puso el 1-0 con un remate fuertísimo.
Darío Herrera volvió a demostrar la tendencia de los árbitros en favorecer a River Plate en los clásicos. El juez decidió no amonestar a Ponzio luego de un patadón a Erbes que le hubiera causado su expulsión; en una decisión que quedó más expuesta cuando Marcelo Gallardo decidió sacar al volante con apenas 37 minutos de juego sólo para que no viera la roja.
Con la diferencia en el resultado, Boca jugó un segundo tiempo a pura testosterona, buscando más defender el resultado que ir por el segundo tanto que defina el encuentro. Orion con dos tapadas claves frente a ALario, Monzón con su sana costumbre de responder frente a River y Tevez con su viveza, fueron vitales para que el Xeneize lograra llevarse la victoria.
La victoria frente a River – la segunda en el torneo – y el empate de San Lorenzo deja al Xeneize con 2 puntos arriba a falta de sólo 6 fechas. Ganó Boca, con el carácter de siempre, para volver a soñar que el campeonato es posible.
