Diario Xeneize deja su punto de vista sobre el rendimiento del plantel, cuerpo técnico y presidente en este año. Puntajes, descripción de rendimiento y su posible futuro dentro del club.
Se terminó el 2016. Boca Juniors fue eliminado en la semifinal de la Libertadores, se quedó afuera de la Copa Argentina perdiendo la chance de jugar torneos internacionales el próximo año, pero culminó puntero y con buen fútbol en el campeonato largo. Hubo dos técnicos, muchos jugadores y un presidente ausente. Mirá nuestro 1×1 de esta temporada extensa:
Arqueros:
Agustín Orion (4.5): el arquero arrancó el año sumando dos derrotas en Superclásicos de verano y con u 0-4 en contra frente a San Lorenzo por la Supercopa. Su mejor momento lo tuvo en la serie contra Cerro Porteño por la Libertadores y en los penales contra Nacional de Uruguay por los cuartos de final. Su error ante Independiente del Valle condenó un ciclo que duró más tiempo del que mereció. Angelici lo dejó irse libre a Racing.
Guillermo Sara (5): En la Copa Argentina expuso sus dos caras: por un lado fue decisivo en esa «final» que se disputó contra Lanús en la que él se lució en los penales. Luego dio un rebote tonto para que Boca quede eliminado de forma injusta contra Rosario Central. Contra San Lorenzo también fue importante, pero con Racing fue el arma principal para la ilusión estéril del equipo de Avellaneda. Hasta ahora no mostró un rendimiento parejo que le asegure la titularidad, algo que deberá trabajar si quiere tener ese lugar de privilegio. La inesperada lesión en el hombro lo dejó fuera del clásico y del próximo semestre.
Axel Werner (5.5): el juvenil llegó a ocupar la baja de Orion pensando en que Sara sea el titular. Su primera vez fue en un amistoso ante Olimpia en el que demostró parte de sus condiciones con una doble tapada sensacional. La lesión de su compañero lo obligó a debutar oficialmente en Boca con solo 20 años, para disputar un Superclásico caliente. Ahí se lo mostró nervioso y con fallas, pero aún así logró una tapada clave que evitó que el Pity Martínez ponga el 3-1. Con Colón repitió desde el arranque y tuvo un gran nivel con 4 o 5 tapadas espectaculares. Tiene mucho futuro, aunque lamentablemente en junio se irá al Atlético Madrid. Debe mejorar su juego aéreo y con los pies.
Defensores:
Gino Peruzzi (6): el lateral derecho es uno de los jugadores que más ha crecido. Luego de una primera mitad de año en la que jugó poco por lesión, en el segundo semestre mejoró muchísimo en su juego, llegando al gol y siendo un apoyo importante en el ataque. Si bien en defensa también evolucionó, ese error de concepto en el Superclásico, donde casi genera una derrota injusta, hace que su puntaje baje.
Molina Lucero (4.5): al juvenil (categoría 1998) le tocó jugar muchos partidos con el equipo alternativo, mientras el titular disputaba la Copa Libertadores. En el medio del caos y la falta de entendimiento lógico de un once de esas características, él fue uno de los que más lo sufrió, en especial en la caída contra Tigre. Aún así, como contra Newell’s en el primer semestre, demostró que tiene condiciones para poder quedarse con el puesto en el futuro.
Leonardo Jara (4.5): llegó como un refuerzo en enero y aún no terminó de ganarse un lugar. Jugó de lateral por derecha, de interno, de central y de volante tapón. Si bien pareció que en esta última posición, durante la Copa Libertadores, encontró el hueco donde más le podía rendir al equipo, Guillermo lo corrió y nunca más le dio la chance que actúe en sector. Hoy suena como posible moneda de cambio por otro refuerzo u como fuente de ingreso por una venta al exterior; aún así, su deseo es el de quedarse a pelearla.
Leandro Marín (3): apenas disputó tres amistosos de verano, pero fueron motivo suficiente para que la dirigencia decidiera buscarle un nuevo destino. Primero se fue a Tigre, parecía que Guillermo quería que volviera, aunque luego volvió a irse para jugar en Arsenal de Sarandí.
Daniel Díaz: (4.5): fue elegido por la dirigencia como uno de los responsables de la eliminación contra Independiente del Valle. A diferencia de Agustín Orion que decidió irse, al Cata lo empujaron a que rescinda su contrato. Si bien su semestre no había sido el mejor, en el 2015 fue uno de los puntos más altos del Boca campeón. Con 37 años arregló su regreso al Getafe, de la segunda división de España.
Santiago Vergini (3.5): llegó como refuerzo para la Copa Libertadores, pero recién pudo debutar cuando Boca se quedó afuera. Su incorporación fue polémica porque no superó la prueba médica, pero el cuerpo técnico terminó decidiendo que aún se quede. Si bien se metía a lo que su físico pudiera generarle, los problemas ocurrieron por su falta de concepto en más de una jugada, poniendo en duda su titularidad para el 2017.
Fernando Tobio (5): se fue y volvió. Al terminar la Libertadores regresó al Palmeiras, club en el que parecía que se quedaría por no ser prioridad para los Mellizos. Un pedido de Tevez, más la imposibilidad de incorporar al paraguayo Gómez, le abrió la chance a su regreso. Empezó siendo titular y, si bien no la rompió, fue una lesión la que lo quitó de los iniciales de Boca.
Juan Manuel Insaurralde: (5): un regreso agridulce. El chaqueño había dejado una imagen positiva tras su primer ciclo en el club, en su vuelta se encontró con un equipo que no lo ayudó por sus características de traslados lentos, quedando expuesto al no tener tampoco un compañero de igual o mayor jerarquía. Ha tenido errores con los pelotazos cruzados a sus espaldas, pero terminó mejor que Santiago Vergini, con un par de cruces en los que dejó toda su personalidad.
Lisandro Magallán (-): apenas jugó dos minutos en el año, en la victoria por 2-1 frente a San Lorenzo del actual campeonato local. La primera etapa del 2016 la disputó en Defensa y Justicia, donde jugó en un gran nivel. En el segundo semestre regresó y fue titular en la reserva de Rolando Schiavi. Su continuidad – o no – es un misterio.
Christian Moreno: (4.5): este marcador central categoría 1996 apenas pudo disputar 3 amistosos durante el verano, siendo titular en el Superclásico de Mendoza. Sin chances en primera, brilló en la reserva, siendo elegido por Defensa y Justicia como refuerzo para la segunda mitad del año. Debe volver a en junio del 2017.
Alexis Rolín (3): el uruguayo tuvo varios partidos durante el primer semestre del año. Ahí expuso alguna de sus virtudes y muchos de sus defectos, esos que lo llevaron a un final irremediable: el que Boca no use la opción de compra de su pase. La segunda mitad del 2016 la disputó en Olimpia, club al que también podría dejar a partir de enero.
Jonathan Silva (4.5): si bien el lateral izquierdo fue de menor a mayor, la comparación permanente con Frank Fabra lo expone. Es rápido, fuerte y tiene una buena pegada de media distancia; pero también es torpe, cierra mal y no es muy dotado técnicamente. Guillermo, sorpresivamente, le tiene una alta consideración. En junio debería volver al Sportig de Portugal.
Frank Fabra (6.5): el colombiano fue el punto más alto de toda la defensa de Boca Juniors y uno de los mejores refuerzos del año. Carismático, gambeteador y de gran peso ofensivo, el lateral por izquierda es uno de los jugadores de mayor potencial y jerarquía del plantel. Es cierto que ha sufrido en defensa en el algunos partidos, pero eso también tiene que ver con un esquema que muchas veces lo deja solo en toda la banda izquierda. El Xeneize tiene el 50% de su pase y desea comprarle la otra mitad.
Nicolás Colazo (3.5): el zurdo tuvo un 2016 olvidable que lo obligó a irse del club que lo formó. Este año jugó de lateral, de doble cinco, de interno y de extremo por izquierda, sin poder destacarse en ningún puesto. También tuvo problemas con lesiones, algo que hizo que tuviera que bajar a la reserva. Terminó yéndose a jugar al fútbol de Australia.
Pedro Silva Torrejón (5): el cordobés tuvo su debut en la primera división y no defraudó, aunque demostró sentirse atado en una faceta en la que él se suele destacar en la reserva de Rolando Schiavi: el ataque. Si bien juega de lateral por izquierda, en todas las inferiores jugó de volante, por lo que tiene llegada al arco y una muy buena pegada de media distancia. Quizás sea cedido para que sume minutos y regrese con otro ritmo al equipo de los Mellizos.
Volantes:
Fernando Gago (8): era de los mejores de Boca Juniors antes de esa nueva lesión en el tobillo y fue el motor del equipo en su regreso. Guillermo Barros Schelotto lo devolvió a su puesto de volante central y él no lo defraudó: pases que rompen líneas, recuperaciones, eficacia en los pases y el aporte de su identidad al juego del equipo. Sin Tevez es el gran referente para el 2017.
Andrés Cubas (5.5): la gran frustración del año está representada en él. No hay dudas que el volante central es uno de los juveniles más prometedores que tiene Boca, pero una lesión inoportuna, más algunos errores sobrevalorados, lo llevaron a que Guillermo lo descartara de la rotación, obligándolo a jugar siempre en reserva. En el 2017 dejará el club.
Wilmar Barrios (5.5): el volante colombiano fue el refuerzo de la segunda mitad del año que más tiempo tardó en debutar, pero cuando lo hizo se ganó inmediatamente los aplausos de La Bombonera por cómo trabó una pelota. Solo fue titular ante Rosario Central en la Copa Argentina, luego ingresó siempre en el segundo tiempo. Tiene muchas condiciones, pero también mucha competencia. Seguramente en el 2017 podrá mostrar más de su talento.
Sebastián Pérez (6): llegó como un refuerzo estrella y no pudo mostrar todo su potencial porque el cuerpo técnico decidió darle la titularidad indiscutida a Bentancur y al otro Pérez. Aún así, siempre que entró lo hizo bien, enseñando todo el criterio que tiene para pasar la pelota y recuperar con facilidad. Se sueña en un 2017 en el que pueda forjar una dupla con Fernando Gago.
Cristian Erbes (4.5): las lesiones fueron su peor enemigo. El Pichy se encontró en sus problemas físicos el principal impedimento para desarrollar todo su nivel y lograr continuar en el club como el volante central titular. Por estos temas debió irse como jugador libre a México, donde aún no logró jugar por seguir con dolencias.
Pablo Pérez (6): el volante rosarino era un pilar para Rodolfo Arruabarrena y lo sigue siendo con Guillermo como entrenador. Se destaca por su técnica y su buen pie en la mitad de la cancha, pero también por su temperamento explosivo y la falta de inteligencia para perder la pelota en zonas sensibles. Con el regreso de Gago se esperaba que aumentara su nivel, pero fue al revés, quedando como el volante más cuestionado de los tres titulares.
Gonzalo Castellani (3): Guillermo pidió que regresara de Lanús, siendo incluso un candidato a entrar a la lista de buena fe de la Libertadores para el duelo de semifina. Volvió pensando encontrarse con las oportunidades que le habían prometido, pero finalmente casi no jugó y se terminó yendo a préstamo a Defensa mientras criticaba al Mellizo.
Fernando Zuqui (4): fue el único refuerzo copero que actuó de titular en los dos partidos contra Independiente del Valle. De ahí en adelante su rendimiento fue bajando, hasta quedar afuera del banco de suplentes en alguna oportunidad. Es volante por derecha o doble cinco, pero hasta ahora siempre actuó como extremo, quedando expuesto por no tener el desequilibrio para jugar en esa posición. ¿Seguirá en el 2017?
Iván Leszczuk (-): este talentoso volante ofensivo (categoría 1996) tuvo su debut al jugar 10 minutos en el amistoso contra Emelec que abrió este año. Hoy se encuentra en conflicto con el club por algunos actos de indisciplina para con el cuerpo de Rolando Schiavi, por lo que su futuro en el club es una incógnita.
Luciano Acosta (4.5): el enganche entró unos minutos en dos amistoso de principio de año y se terminó yendo a la MLS por no tener lugar en los planes de Arruabarrena. Ahí, en el DC United, la rompió y terminó generándole un ingreso interesante a Boca Juniors por la venta de su pase.
Rodrigo Bentancur (6): Guillermo lo bancó como nadie y el juvenil le terminó respondiendo. Los últimos partidos del año los jugó en gran nivel, demostrando por qué la Juventus se fijó en él. La vuelta de Fernando Gago lo potenció y lo liberó, permitiéndole al uruguayo sacar un lado combativo que muchos desconocían.
Alexis Messidoro (5): es una de las grandes promesas de las inferiores y este año pudo cumplir su sueño de debutar oficialmente. Guillermo le dio una chance en los partidos del primer semestre en el que jugaban los suplentes para que los titulares se cuidaran para la Libertadores, y ahí pudo mostrar algunas de sus condiciones y hasta marcar un gol. En el segundo semestre, sin una doble competición de exigencia, se destacó en la reserva de Rolando Schiavi. Tiene chances de ser cedido para ganar más ritmo en la primera división.
Julián Chicco (5): el volante central fue titular en tres partidos del campeonato Transición 2016. Más dedicado a defender, no exhibió ese buen juego con los pies que lo hace destacarse en cada partido que juega en la reserva. En Boca confían en que el próximo año será el suyo.
Gonzalo Maroni (-): con apenas 17 años llegó como refuerzo desde Instituto de Córdoba, logrando entrar unos minutos contra Estudiantes de La Plata, para tener su debut oficial en la primera de Boca. Una lesión le quitó ritmo de juego en la primera mitad de año, pero en el segundo semestre terminó destacándose mucho como el enganche titular de la reserva de Rolando Schiavi, superando hasta el propio Alexis Messidoro.
Marcelo Meli (5): el volante fue un de los que más jugó en la primera mitad del año, tanto con Guillermo como el Vasco, pero por su bajo nivel se fue cedido al Sporting de Portugal. La falta de regularidad, sumado a que juega siempre al máximo de su velocidad, hicieron que hoy no sea tenido en cuenta para formar parte del plantel en el 2017.
Nicolás Lodeiro (6.5): jugó apenas seis meses y siguió siendo uno de los mejores del equipo en este año. El uruguayo se fue de Boca en una inesperada salida a la MLS; su salida sorprendió por la elección del enganche de pasar a una liga mucho menos competitiva que la Argentina, cuando pudo haber vuelto a Europa si se mantenía más tiempo en el Xeneize. El equipo lo extrañó en los primeros meses del segundo semestre, hasta que Tevez explotó su máximo nivel.
Delanteros:
Daniel Osvaldo (3): Boca le dio una nueva chance tras una salida extraña en su primer ciclo en el club. Regresó tras estar seis meses en Portugal, concretando su vuelta en el 0-4 con San Lorenzo por la Supercopa. No marcó goles y forzó una lesión para bancar a Arruabarrena en la victoria contra San Martín de San Juan, partido que le extendió su estadía en el club al Vasco. Justamente ese problema físico le quitó minutos de juego cuando parecía reencontrarse con su juego. Todo terminó de la peor forma cuando tuvo un conflicto con Guillermo que obligó a la dirigencia a rescindirle su contrato.
Carlos Tevez (7.5): el Apache alternó un primer semestre con momentos de brillantez y otros de apatía. Fue en la segunda mitad, acompañado por un cambio de esquema y el regreso de Gago, que llegó a uno de los mejores niveles que ha tenido en toda su historia en Boca. Anotó goles clave, aportó personalidad y fue el mayor asistidor del equipo. Su salida genera un problema impensado para el club, que parecía haber encontrado por primera vez en mucho tiempo el once ideal. ¿Cómo se lo reemplaza? Parece imposible.
Cristian Pavón (7): la mayoría del año la tuvo en un nivel altísimo, marcando muchos goles y generando otros de sus compañeros a pura velocidad. Fue el único digno de la serie contra Independiente del Valle, generándose el aplauso de los hinchas. Su imagen bajó debido a que tuvo un mal fin de octubre y un pésimo noviembre. Guillermo sabe que el cordobés tiene un enorme potencial y es por eso que lo considera vital para el equipo en el 2017.
Ricardo Centurión (6.5): le costó un tiempo acostumbrarse a lo que significa Boca, un poco por algunos errores personales y otro por ser el señuelo ideal de aquellos a los que le gusta poner al club en el ojo mediático. Fue en la cancha donde mostró su mejor versión, con gambeta, goles y un ingreso decisivo para ganarle a River en el Monumental. Sin Tevez parece ser el elegido para arrancar de titular en un 433.
Walter Bou (7): llegó como una apuesta de Guillermo, al que el tiempo le dio la razón. Muchos se reían de él y lo comparaban con su hermano, pero el que terminó festejando fue él. La lesión de Benedetto le abrió una puerta a la titularidad que supo aprovechar al máximo al meterle un gol a San Lorenzo, dos a Racing y otro a River. De quedar libre en las inferiores del Xeneize a vivir esta revancha soñada.
Darío Benedetto (7): muchos goles, una pegada brutal y una extensa capacidad para generarse recursos en el área. Tuvo que pagar de su bolsillo un millón de dólares para cumplir su sueño de jugar en Boca, algo que al principio lo sufrió porque Guillermo lo puso de extremo contra Independiente del Valle. Hasta su lesión se encontraba en un gran nivel, dejando a los hinchas tranquilos en el puesto del 9 por lo que puede aportar él y Walter Bou en esa posición.
Federico Carrizo (5.5): fue muy importante en el primer semestre de Guillermo, quien lo llevó a uno de sus mejores momentos en el club. Golazo para empatarle al Bolivar agónicamente y un penal clave para eliminar a Nacional. Tras la eliminación contra Independiente del Valle ya no tuvo tantas oportunidades, teniendo que jugar en reserva para poder lograr algo de continuidad. Se va a ir de Boca: sus declaraciones contra el cuerpo técnico fueron demasiado contundentes como para esperar una reconciliación.
Nazareno Solís (4.5): llegó libre de Talleres de Córdoba siendo el mejor jugador de la B Nacional en la temporada anterior. Jugó algunos minutos en un amistoso y otros en un par de partidos de primera. Es una apuesta a futuro ya que consideran que aún debe aclimatarse al ritmo de la máxima categoría del fútbol nacional.
Nicolás Benegas (3.5): el delantero juvenil disputó algunos partidos en el primer semestre, aprovechando que los titulares eran guardados para jugar la Copa Libertadores. Si bien no mostró mucho, su rendimiento le valió la chance para irse cedido a Quilmes, donde juega cedido en la actualidad.
Sebastián Palacios (4.5): el tucumano había sido importante para Arruabarrena en el año anterior, algo que le significó tener más minutos en este primer semestre. Lejos de su nivel, apenas anotó dos goles, por lo que Guillermo dio carta libre para que lo transfieran a Talleres de Córdoba, club en el que se muestra a gusto y que le compró la mitad de su pase.
Andrés Chávez (5): el Comandante vivió en este primer semestre la transformación de extremo a delantero de área. Jugó cuando Osvaldo no estuvo, aprovechando la salida de Jonathan Calleri. Si bien nunca terminó de ganarse el puesto, marcó 7 goles (incluyendo amistosos) en esos seis meses. Actualmente está cedido en el Sao Paulo, donde se encuentra marcando muchos tantos que parecen indicar que los brasileros harán uso de la opción de compra.
Directores técnicos:
Rodolfo Arruabarrena (3): perdió dos clásicos de verano y una Supercopa con goleada frente a San Lorenzo. El inicio del Torneo Transición fue malo y se temía que la Libertadores corriera el mismo riesgo, por lo que decidieron echarlo tras haberle renovado su contrato apenas un mes antes. El Vasco debió irse luego de ganar los dos títulos en el 2015, pero la dirigencia lo convenció de quedarse para pagarle el favor de su apoyo en las elecciones, algo que terminó siendo una de sus peores decisiones.
Guillermo Barros Schelotto (6.5): llegó en un momento crítico, con clásicos por disputar y con el inicio de la Libertadores. Terminó alcanzando la semifinal del máximo torneo continental, pero fue eliminado en una serie accesible en la que tuvo muchas facilidades para superarla: 45 días de pretemporada, definición como local y la posibilidad de traer hasta cuatro refuerzos. Su segundo semestre arrancó mal, quedó fuera de la Copa Argentina, pero terminó de gran manera cuando dejó de lado ciertos caprichos y apostó por el planteo más exacto para los jugadores que tenía disponibles, consiguiendo cerrar el 2016 con el Xeneize puntero. Su mejora es una ilusión a tener un 2017 acorde a lo que es Boca.
Dirigencia:
Daniel Angelici (2): su gestión vuelve a ser de lo peor que tuvo Boca en el año. Siempre fue inoportuno en sus vacaciones, le soltó la mano a Arruabarrena cuando él había apostado fuerte en su reelección, no trajo los refuerzos esperados para la semifinal de la Libertadores y siempre se mostró más preocupado por abarcar poder que por presidir al club. Prometió ir a Japón pero en el 2017 el club no disputará ningún torneo internacional.