Angelici y su falta de tacto atacan a Gago

Nuestro descargo frente a otro traspié por parte del Presidente de Boca Juniors, quien volvió a provocar un problema inoportuno.

Daniel Angelici volvió a exhibir su ya tradicional falta de tacto. El empresario binguero generó un clima de incertidumbre sobre el futuro de Fernando Gago. En un compendio de frases que no se saben si ocultan una verdad desconocida o simplemente es un acto de torpeza que surgió por su amor por la exposición mediática, ahora la prensa solo duda sobre si el volante continuará jugando.

“(Gago) Es un jugador que yo quiero mucho, tengo una muy buena relación. Me tengo que sentar a charlar con él, viene sorteando varias lesiones”, expresó en Radio Continental Daniel Angelici. El Presidente luego continuó: “Cada vez que se le pone un entrenamiento duro enfrente se va desmoralizando», cerró.

Inmediatamente la frase de Daniel Angelici provocó que sus operadores de siempre salieran a instalar la posibilidad del retiro de Fernando Gago. En una noticia que generó sorpresa, ya que el parte médico oficial de Boca Juniors solo se refirió a un desgarro en el isquiotibial de la pierna derecha, marcando una lesión muscular lógica luego de la exigente pretemporada que vivió el volante, a sus 32 años, y tras estar 8 meses inactivo de un trabajo tan fuerte.

Entonces, ¿por qué Daniel Angelici sale a los medios a generar un clima de incertidumbre sobre Fernando Gago cuando el club no informó de una lesión de gravedad? ¿Poca capacidad para expresarse ante una supuesta real preocupación por una posible recaída anímica del volante? ¿O es que hay una mentira en el parte médico y el Presidente desnudó la realidad de una forma indebida?

Fuera de las especulaciones sobre la salud de Fernando Gago, la realidad es que una vez más Daniel Angelici muestra una falla como líder de Boca Juniors. Su declaración, tenga o no una nueva lesión el jugador, nunca debió ser pública; en especial, porque aún no se reunió con el volante como él mismo planteó que quería hacer.

Pasaron más de seis años de gestión y el Presidente aún no aprendió a comportarse, el ego y la adicción al micrófono lo siguen haciendo patinar.