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Declaraciones

Cagna: «Fue hermoso usar la cinta de capitán en Boca»

Te compartimos las declaraciones de un verdadero histórico del único grande.

Diego Cagna habló de manera exclusiva con el sitio oficial de Boca Juniors en el que repasó todo su recorrido por la institución. Mirá:

Su primera etapa en Boca con Bilardo de entrenador:

«Había jugadores muy importantes, y bueno, no nos fue tan bien por ahí, no nos fue bien. Después vino Diego (Maradona) en una etapa, que estaba con los camiones. Y Claudio (Caniggia) estuvo también. Pero a pesar de los jugadores que teníamos no nos fue bien».

De un Independiente ganador a un Boca que no arrancaba, ¿qué pensaba?

«Estaba ilusionado y con ganas de que las cosas funciones. Uno llega a un club tan importante y, por lo menos en mi caso, no quería irme sin lograr algo importante. Sea un campeonato o lo que sea. Yo pensaba en que teníamos que dar vuelta la cosa y hacerlo bien».

La aparición de Riquelme:

«Una de las mejores cosas que hizo Bilardo en Boca fue hacerlo debutar a Román. Yo tengo muy mala memoria, recién cuando veo videos de aquella época es cuando recuerdo cosas de su debut».

Su posición y etapa con Bilardo y Veira:

«Con Bilardo jugué más de volante central, con Veira jugué hasta de lateral por derecha. Yo ahí le dije que la verdad prefería no jugar, porque no me hacía bien a mí y tampoco al equipo, porque yo no lo hacía bien en esa posición. Recién me puso de nuevo contra Cruzeiro por la Supercopa en la cancha de Boca. Ahí entré y empecé a jugar más seguido y no salí más. Tuve una época que me costó. Tuve un partido que me echaron en La Bombonera, pero recién contra Cruzeiro empecé a jugar. En esa época terminamos saliendo subcampeones del torneo».

«Me echaron contra Deportivo Español. Fue el día en el que cambiaron a Guzmán en el entretiempo con la famosa frase «te estoy cuidando, pibe» (risas). Son cosas que uno no está acostumbrado a ver en el fútbol, pero fue una decisión de Veira que nos sorprendió».

Su primer gol en Boca, en un amistoso ante River:

«Arranco en mitad de cancha enganchando, y medio trabando ese enganche, me saqué uno o dos, tiré una pared con Rambert y definí casi como si supiera, como si fuera Palermo, allá arriba. Fue un lindo gol».

García Cambón y el inicio del éxito:

«Yo estaba medio mal y fastidioso y le pedí jugar al técnico pese a que quería terminar el torneo con pibes. No recuerdo si yo solo, u otros grandes, pero fui a Jujuy con varios chicos y arrancó con García Cambón esa racha de 40 partidos sin perder».

Bianchi y el ser capitán de Boca:

«Al principio de la pretemporada no estuvo porque estaba comentando el mundial. Él llegó para los amistosos. A veces a los capitanes los eligen los jugadores y otras los técnicos. En esta ocasión Carlos (Bianchi) me eligió a mí y fue una sorpresa y una responsabilidad».

«No sé si era lógica la elección mía como capitán. Carlos vio cosas en mí que hacían o que pensara que yo fuera un buen capitán. Yo no lo pensaba, mismo después de la elección no cambié y seguí comportándome igual. Yo llegaba temprano, no sé si tenía ascendencia, pero sí me aceptaban bien en el grupo. Las decisiones no las tomaba solo, era yo junto a otros jugadores grandes. Fue hermoso usar la cinta en Boca».

Jugó 38 de los 40 partidos invictos, la razón por la que no estuvo en esos dos:

«A mí me había tocado ir con la Selección en un viaje largo (contra Holanda y no había Fecha FIFA). Carlos tenía eso de mandar al banco cuando volvías porque no habías entrenado tanto y por el cansancio. A mí esa citación me fue una sorpresa, porque era para jugadores de Europa y a mí y a Lombardi (River) fuimos los únicos jugadores de Argentina que llevó. Casi entro porque Verón sentía una molestia, Bielsa me hizo entrenar y no me puso».

Del bicampeonato a Europa:

«Macri y Bianchi no querían que me vaya al Villarreal, pero yo les dije que mi sueño era jugar en Europa. Tenía casi 30 años y no iba a tener otra posibilidad. El equipo estaba en la segunda división y logramos ascender, ahí vino el Vasco, porque estaba arreglado que vendría si el club llegaba a primera».

Su vuelta a Boca:

«Lo que me faltaba era la triple corona que lograron mis compañeros. Yo de España fui a México y después volví al país. Estaba en mi casa, no había tantas redes como ahora, solo había un programa para comunicarse y me aparece Carlos (Bianchi) en la computadora. Me dijo si quería volver y yo le dije que ‘con usted voy a cualquier lado’. Estaba por nacer mi hijo, que nace el 8 de enero, y yo por la noche estaba viajando a Mar del Plata. Esa fue mi vuelta. Uno no pensaba en las copas que me perdí, si no en volver a un club importante y en hacer las cosas bien. Tuve la chance de ganar más torneos locales, la Libertadores y la Intercontinental».

Capitán de vuelta:

«Hasta cierto punto era normal que fuera capitán. Estaba Guille, que era muy importante y era raro que me diera la cinta a mí pese a lo que había hecho antes en el club. Carlos me volvió a dar la cinta y el Mellizo lo entendió muy bien».

Las dudas sobre el equipo del 2003 con respecto al del 2000 por los nombres:

«El momento de más dudas fue cuando perdimos de local contra Paysandú. Todos nos daban por eliminados porque teníamos que ir a Brasil. Carlos puso tres delanteros, al Chelo, Carlitos y el Guille. Terminamos goleando, ganamos confianza y fuimos imparables a partir de ahí. Goleamos en Colombia, le ganamos a Cobreloa en Chile y dos veces en Brasil. Dudas no tuvimos. A veces jugábamos con Battaglia, Cascini, Villarreal, que son tres cinco, y yo. Algunos pensábamos que no éramos ofensivos, y mirá que goleamos muchas veces, así que sí éramos ofensivos. Teníamos fortaleza física y mental, además de tener a Carlitos en una gran forma que sabíamos que podía ganar el partido en cualquier momento. Jugábamos 442 o 433 según el partido, estábamos tan bien físicamente que corríamos todo el partido y sabíamos que íbamos a superar al rival».

Se fue Carlos, cambió el ciclo y se terminó su carrera:

«Volvió Martín y apareció Palacio, que estaba en un momento muy bueno. Yo empecé a tener menos participación, tuve ofertas y se fue apagando todo. Yo ya no tenía ganas de arrancar de nuevo y me retiré».

«Yo podría haber seguido jugando tranquilamente, pero no sentí ganas la verdad. Tuve charlas con Gregorio Pérez, que lo había tenido en Independiente, le dije que iba a ir con él a Argentinos, pero luego lo llamé y le dije que no tenía ganas. La verdad que mi cuerpo me lo decía y no me arrepiento».

Su once ideal de compañeros a nivel clubes:

En el arco el Pato, de cuatro Ibarra, de dos a Schiavi y de 6 a Samuel, que fue uno de los mejores centrales que jugué. ¿De 3? Al Vasco, lo llevé después a Tigre… Sabés lo que me costó decirle cuando lo tuve que sacar (risas). Mi esquema va a ser 4312 para poner a Román de enganche, aunque un tiempo se lo doy a Garnero. Chicho, yo de 8  o por izquierda, Gustavo López es otro excelente para poner. Adelante Guillermo y Martín, que fueron de lo mejor que tuve de compañeros. El técnico es Bianchi, obviamente».

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