Connect with us

Editorial

El pulpo y el club de los González

Te contamos los detalles detrás de un apellido que ha marcado historia dentro del único grande.

Diego González llegó a Boca para ser el nuevo y quizás último refuerzo de este semestre. El volante de 32 años tiene un apellido que es muy común dentro de nuestro país, es por eso que quisimos investigar sobre cuántos y cómo les ha ido a los jugadores llamados así a lo largo de la historia del club.

Este semestre también regresó Javier García, siendo otro de los apellidos más comunes de la Argentina como también lo son el de Pérez, López o Rodríguez. Pese a eso, los González lideran la tabla de jugadores que han pasado por el club con ese nombre; ellos son los primeros con 22 futbolistas, superando los 11, 12, 10 y 20 (21 si se cuenta a Rodrigues Neto) que tienen, respectivamente, los anteriormente citados. Hay que recordar que todos estos datos los chequeamos con una base confiable como es la del sitio Historia de Boca.

Yendo al rendimiento de los González en Boca, corresponder mencionar al primero de ellos, que fue Martín, un delantero que actuó en más de 7 partidos oficiales, con 2 goles, en el año 1913. Más adelante en el tiempo aparece Alfredo, un entreala derecho que brilló en el fin de la década del tren y el inicio de la del cuarenta en dos etapas en el club. Él ganó el título de 1940 y sumó un total 59 encuentros por los puntos y 28 tantos (2 a River) con la azul y oro.

El primer gran crack apellido González que jugó en Boca fue el santafesino – pero marplatense de corazón – Herminio Antonio. Vino a los 18 a sumarse a las inferiores proveniente de Kimberley, era un jugador muy desequilibrante que podía jugar en cualquiera de los puestos de ataque, destacándose por su impresionante técnica e inventiba. Estuvo desde 1949 y hasta 1959, con un pequeño préstamo en el medio. Ganó el título de 1954, le hizo goles a River, San Lorenzo, Racing e Independiente, al que tenía de hijo marcándoles un total de 7. También anotó ante el Atlético Madrid y el AC Milan en amistosos. Pierino, como le decían por un famoso prodigio italiano de opera que había brillado en el Colón, llegó a ser tan reconocido que uno de los más grandes del periodismo, como es el caso de Dante Panzieri, se le ocurrió decir que la selección Argentina debería estar conformada por «un ataque de cinco Pierinos González».

Pierino fue uno de los ídolos de Boca de la década del 50.

En los 60 le tocó el turno de brillar a Alberto Mario ‘Gonzalito’ González. Llegó desde Atalanta y fue un adelantado a su tiempo, ya que era un puntero por izquierda al que llamaban ‘Wing ventilador’, porque más allá de su aporte en ataque y en el desequilibrio, se destacó por cómo colaboraba en las tareas defensivas retrocediendo. Básicamente se podría decir que hacía el rol de un extremo como el que hoy hace Salvio en Boca. Ganó el título de 1962 y el bicampeonato de 1964/65, en el cual fue la gran figura. Disputó 327 partidos y gritó en 32 ocasiones (1 a River). Si bien no se retiró en el club, regresó como técnico interino y como parte del staff de inferiores por su apego con la institución. Un referente.

Gonzalito fue un crack de los sesenta.

Un caso curioso dentro de los González es el de Rubén Adán, un volante uruguayo que había sido parte del plantel mundialista de su Selección en la Copa del Mundo de Chile 1962, y que llegó a Boca desde Nacional como parte de pago de Sanfilippo. En total jugó un solo partido oficial en 1965, en una derrota por 0-3 contra Ferro, pero le bastó para ser parte del plantel que celebró el título – y bicampeonato – ese año. Antes de ese encuentro disputó otros 5 amistosos en los que marcó un gol. No tuvo más chances y regresó al Bolso para seguir su carrera.

Entre los setenta y los ochenta pasaron varios González, ninguno de gran relevancia para la historia del club. Lo más destacado es el caso de Miguel Ernesto, único de la lista que tiene dos récords: ser arquero y el único que no disputó ni un minuto, ya que fue suplente en varios encuentros oficiales de 1984.

En los noventa aparecen dos González a los que se los puede vincular con la palabra potencial, tanto por lo real como por lo fallido. Por un lado está el buen ejemplo con el ‘Kily’, jugador reconocido por muchos por su rendimiento en Europa y en la Selección. Él volante zurdo vino de Rosario Central, apenas disputó un año en el club, coincidió en campo con Maradona y, por su rendimiento, es que representó al club en un partido en el combinado nacional. Lamentablemente decidió irse al Zaragoza y casi no se lo pudo disfrutar. El otro caso es el de Pedro Enrique, delantero que el Bambino Veira pidió por ser parecido al Piojo López, algo que estuvo muy lejos de la realidad, ya que este punta pasó sin pena ni gloria por la institución.

Maradona fue clave para que llegara Kily a Boca.

En los 2000 hubo varios jugadores que aportaron sin llegar a ser figura. Por un lado estuvo el caso de César González, un defensor surgido de las inferiores que siempre fue rueda de auxilio para el Maestro Tabárez, Carlos Bianchi o el Chino Benítez de sus equipos alternativos. Fue parte del plantel de la Libertadores 2003 y de la Sudamericana 2004.

En esa misma década jugó Ezequiel González, enganche que llegó en el 2002 para suplir la baja de Juan Román Riquelme y que, si bien no logró ni por asoma acercarse a ese rendimiento, fue importante durante la fase de grupos de la Copa Libertadores 2003 junto a Carlos Bianchi.

Ezequiel le marcó un gol a River en el verano, pero nunca se acercó a la sombra de la figura de Riquelme.

El último González importante que pasó por Boca fue el uruguayo Álvaro. Él llegó para reforzar el plantel de cara al segundo semestre del 2007 en el que se buscaría ganar el Mundial de Clubes, algo que finalmente no se conseguiría. Su gran año fue en el 2008, donde fue parte importante de la rotación para ganar el Apertura y la Recopa. Siguió su carrera en Europa, teniendo pasos destacados por Lazio y su selección. Desde el charrúa hasta la actualidad solo hubo un par de juveniles que actuaron en amistosos y sin duelos oficiales, por lo que le tocará ahora al Pulpo tomar el legado y hacer historia grande en el Xeneize.

Álvaro González fue el último jugador de peso que llevó ese apellido en Boca. Lo hizo jugando con Riquelme, quien hoy como vicepresidente y encargado de fútbol incorporó al Pulpo.

Los González de Boca:

Martín González (1913)
Emilio González (1916)
Juan González (1922)
Esteban González (1932/33)
Alfredo González(1936/1940)
Tomás González Peralta (1939)
Herminio Antonio ‘Pierino’ González (1949/1959)
Alberto Mario ‘Gonzalito’ González (1962/1968)
Rubén Adán González Acosta (1965)
Miguel Osvaldo González (1975/76)
Simón Osvaldo González (1975)
Miguel Ernesto González (1984)
Cristian Alberto ‘Kily’ González (1995/1996)
Adrián Héctor González (1996)
Pedro Enrique González (1997/98)
Esteban Alberto González (2001)
César González (2002/04)
Ezequiel ‘Equi’ González (2002/03)
Álvaro González (2007/09)
Nicolás González (2010)
Mauro ‘Mono’González (2014)
Diego ‘Pulpo’ González (2020)

El once ideal de los González que pasaron por Boca:

2 Comments

2 Comments

  1. Meta

    23 octubre, 2020 at 13:50

    Excelente nota!

    No se olviden de los Fernandez

  2. Meta

    23 octubre, 2020 at 13:51

    Excelente nota!

    El eki, el kili y álvaro todos grandes volantes cómo el pulpo.

    No se olviden de los Fernández.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

More in Editorial