El Xeneize avanzó de etapa de esta prestigiosa competición sin mucho esfuerzo ni brillo. Ahora se viene Rosario Central.
Boca Juniors derrotó a Guillermo Brown de Puerto Madryn por los dieciseisavos de final de la Copa Argentina. El triunfo llegó gracias a un solitario tanto de Darío Ismael Benedetto, que rompió con un violento disparo un partido chato y sin mucho brillo por parte de los dirigidos por los Mellizos.
La rotación hizo efecto en el rendimiento de Boca. Guillermo planteó un equipo con características más verticales, teniendo a Nández por Gago y a Benítez por Cardona, algo que generó menos calidad en la posesión, provocando que Pérez quede solo en la organización de juego, afectando la salida del equipo frente a un rival que paró dos líneas de 4 bien cerradas. Fue así que apenas con un disparo del uruguayo se logró inquietar a Bilbao, el arquero del conjunto de Puerto Madryn.
En el complemento Guillermo no quiso cambiar, dándole más minutos a sus jugadores para que rediman su andar. El plan fue fallido, ya que la monotonía continuó, quedando todo atado a alguna corrida de Nández o los destellos de Benedetto. Finalmente el técnico puso a Gago por sobre un flojo Benítez, buscando generar más fútbol.
Si bien Gago no influyó en el gol, fue tras su ingreso que llegó la acción decisiva del partido. Pérez, con algo de fortuna, encontró en un rebote en el área y, cuando iba a rematar, Bruna lo bajó de manera descarada en el área provocando que el árbitro Tello sancione el penal. Ahí Benedetto le rompió el arco a Bilbao, que se tiró a su derecha viendo con impotencia cómo la pelota ingresaba en el ángulo izquierdo. Pipa con este grito llegó a los 29 en 34 partidos en el club, y a 6 sobre los 4 encuentros oficiales de lo que va en este semestre.
Los últimos minutos solo sirvieron para aguantar la pelota y que culmine el partido. Boca en la próxima etapa se enfrentará a Rosario Central por los octavos de final. Antes, por el campeonato, este domingo recibirá a Godoy Cruz en La Bombonera.
