Los dirigidos por Hernán Garcías sufrieron contra la efectividad de un equipo muy inteligente que repitió el título.
Boca Juniors no pudo ser campeón del futsal argentino, pero dejó todo en una final reñida contra un Kimberley que dio clases de efectividad. El 5 a 6 se sumó al 1-4 de la ida, dejando muy lejos al Xeneize desde los números. Los autores de los tantos azul y oro fueron Pablo Vidal, Alamiro Vaporaki (2), Martín Amás e Iribarne en contra.
La previa del partido fue muy emotiva, con ambos planteles recordando a Matías Kruger, el jugador del Xeneize que falleció mientras trabajaba para Metrovías en el subte. En Boca, además, todo el plantel lució su apellido en la espalda, como para dejar en claro que él siempre será parte de este equipo.
El Xeneize fue superior en el juego, pero siempre se encontró contra un Kimberley que lograba descontar o igualar antes que la esperanza creciera. Ésto se terminó de consolidar en el segundo tiempo, cuando Boca utilizó arquero-jugador y sufrió varios goles fáciles por tener los tres palos desprotegidos.
La derrota en la final duele en lo inmediato, pero hay que valorar esta temporada en la que una vez más Boca peleó hasta el final. Kimberley se coronó bicampeón y sigue siendo el rival a vencer para la próxima temporada.
