Gago es jugador de Vélez ¿Quién es el culpable?

No es una película de suspenso, pero aunque si parezca una de terror, la realidad es que Fernando Gago jugará en otro equipo de la Argentina que no es Boca.  ¿Por qué pasó esto? ¿De quién es la culpa? Todas las respuestas en esta nota.

Cuando su apellido sonó como posible refuerzo, la esperanza derribó a los más incrédulos y los llenó de un optimismo inusual debido a la dificultad de la operación, de la calidad del jugador y del costo de la transferencia. Desde Boca los dirigentes lo hicieron palpable  Alimentaron el mito. Los medios llenaron páginas y horas de aire hablando de la inminencia del pase. El jugador utilizó a su representante para expresar públicamente su deseo de volver al club del cuál salió y que es hincha. La novela terminó con un final doloroso e impensado. Otra vez el que sufrió fue el hincha. Pero, ¿quién tuvo la culpa?

Hay muchas incoherencias, necesidades y preguntas sin resolver en esta historia. ¿Cómo puede ser que Gago pasó de pedir ocho años para retirarse en el club? A venir a jugar seis meses en Vélez.  ¿Es real la supuesta deuda de 4.500.000 de Euros que tendría el Valencia con Boca por el pase de Banega? ¿Bianchi no lo quiso? ¿Angelici nunca negoció por él? ¿Qué pasó cuándo el jugador se fue a España? ¿Por qué se fue club «Che»?

Gisela Dulko es la pareja del jugador. Ella se dedicó al tenis profesional hasta fin de año. Los viajes constantes la agotaron y decidió quedarse a vivir en Argentina. Además, y es un dato de relevancia, se encuentra embarazada. Este es el motivo más importante por el que Gago está de nuevo en la Argentina. Si bien él perjuró y declaró en más de una oportunidad sus ganas de volver a Boca. La realidad es que lo que más empujó su vuelta fue su situación familiar.

Primero fue Boca. Y ahí es donde las cosas no quedan claras. De entrada parecía imposible. Pero el deseo del jugador y la supuesta deuda del club español con el Xeneize por el pase de Banega, daban esperanza a los hinchas. La negociación parecía encaminada, incluso se habló de un contrato de ocho años para que Gago se retire con la azul y oro. La realidad demostró otra cosa. El Valencia se enteró por los medios de esta negociación y puso trabas en el camino. El volante debió volver a España a entrenar y con un discurso muy distinto del que su representante tenía en la Argentina. Ahí comenzaron a escurrirse los rumores de que Bianchi le habría bajado el pulgar, algo que no sólo es una falacia, sino que también es una operación de prensa clara en contra del entrenador.

El tiempo pasó y todo parecía indicar que quedaría en la nada. Boca realizó las tres incorporaciones posibles para actuar en el Torneo Final (para la Libertadores no hay límite) y se alejó del mercado de pases. Pero a una semana de que se cierre el libro de transferencias en Europa, apareció Vélez, una pelea entre Gago y el entrenador del Valencia que el jugador forzó para volverse,  y una operación relámpago que dejó a los hinchas sin el jugador tan deseado.

¿Realmente Boca fue por Gago? ¿Existe esa millonaria deuda que tanto mencionaron los medios? De ser así, ¿cómo se le pudo escapar a Boca? De ser mentira, ¿no habría que ver los números del pase de Banega en el 2007 y seguirlos?

Vélez se movió bien, se aprovechó de la situación del jugador y se lo robó a Boca. Angelici no hizo el esfuerzo necesario. Ya que la excusa de las tres incoporaciones queda anulada ante la posibilidad de usarlo en la Copa Libertadores. La pregunta final, y la más importante en este momento, es: ¿Cómo reaccionará el hincha de Boca ante la noticia?