Improvisación y robo

El Xeneize fue perjudicado por el arbitraje en otro clásico en el que el cuerpo técnico y el plantel no estuvieron a la altura.

Boca Juniors cayó frente a Independiente en Avellaneda por 1-0 (Martín Benítez) y ahora Godoy Cruz quedó a solo cuatro puntos cuando quedan doce en juego. El árbitro Ariel Penel fue decisivo al no cobrarle un claro penal al Xeneize cuando el partido se moría, en un error que puede costar carísimo.

Otra vez Guillermo Barros Schelotto falló. El experimento de parar un 433 con Nahitan Nández como extremo y con Agustín Almendra debutando de manera absoluta como interno. El equipo no tuvo fútbol, tampoco recuperación ni capacidad para llegar al área rival. Independiente, por su parte, tuvo más posesión pero solo inquietó con alguna pelota parada.

Las lesiones también jugaron. Independiente perdió a Bustos y a Jonas Gutiérrez, los dos que jugaron como laterales. Mientras que Boca a Barrios por una contractura en el gemelo. La baja del colombiano profundizó los errores de un Boca que está pagando carísimo el mal mercado de pases que realizó. Guillermo improvisó con Pérez en la posición de volante central y el equipo no tuvo salida ni recuperación.

En el complemento llegaron las emociones. Independiente abrió el marcador rápidamente luego de que Pavón perdiera una pelota en la mitad de cancha, acción que continuó Sánchez Miño para asistir con precisión a un Benítez que batió con facilidad a un débil Rossi. El arquero, otra vez, tuvo un rendimiento bajo en el que nunca transmitió seguridad. Si bien el Rojo no le generó atajadas, siempre dudó en las pelotas aéreas y no tuvo respuestas en la única que debió tapar.

Guillermo puso a Wanchope por Almendra, poniendo un doble nueve que fue acompañado por Pavón. El equipo, al no tener fútbol en el medio, apostó a tirar centros al área para lastimar por arriba. Así Ábila tuvo un disparo en el palo y un cabezazo que Campaña sacó de manera brillante al córner.

La última acción del partido merece un párrafo aparte. Ariel Penel no quiso cobrarle un claro penal por mano a Gonzalo Verón luego de que saltara con el brazo abierto para bloquear el cabezazo de Nahitan Nández. El árbitro lo vio y decidió no sancionarlo, echando luego a Pablo Pérez (doble amarilla) y a Guillermo Barros Schelotto por sus respectivas protestas.

Falló Guillermo, que otra vez terminó un clásico con derrota y sin realizar los tres cambios. También los jugadores y quedó en descubierto el pésimo de mercado de pases, ya que no se trajo un arquero, un central, un suplente de Barrios y otro de Pavón, como hoy queda en claro que eran fundamentales. A Boca se le complica el campeonato porque Godoy Cruz quedó a solo cuatro puntos, pero lo del arbitraje fue decisivo en una derrota que puede costar mucho, y eso tampoco se debe olvidar.

Se viene Newell’s, con muchas bajas, pero con la urgencia de volver a ganar. ¿Aparecerá Gago?