El encuentro entre Boca Juniors y River Plate por la vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores terminó de la peor manera por culpa de los inadaptados de siempre.
El conjunto de Rodolfo Arruabarrena se jugaba esta noche mucho más que un partido: estaba en disputa la gloria, la historia y el pase a cuartos de final de la Copa. Sin embargo, la actuación lamentable de algunos hinchas manchó el espectáculo.
El elenco Xeneize comenzó el partido atacando al rival, sin embargo con el correr de los minutos, la presión mermó. River Plate tuvo el control de la pelota en algunos momentos del primer tiempo, donde el equipo local solo pateó una vez al arco: de media distancia, Daniel Osvaldo probó a Marcelo Barovero que se quedó con la pelota.
El planteo de Marcelo Gallardo fue inteligente: no dejó jugar a los futbolistas dirigidos por el Vasco, que una vez más sin ideas casi no llegó al área rival, exceptuando algunas situaciones aisladas con Federico Carrizo a la cabeza.
Darío Herrera, debutante en un Superclásico y también en Copa Libertadores, amonestó mal a tres jugadores de Boca. Sin embargo, el problema mayor se desató sobre el final del entretiempo.
Cuando los jugadores de Núñez estaban ingresando al campo para disputar los segundos cuarenta y cinco minutos, alguien de la popular baja norte arrojó gas pimienta en la manga. Leonardo Ponzio, Matías Kranevitter, Leonel Vangioni y Ramiro Funes Mori fueron algunos de los más afectados, con irritación en los ojos y marcas en el cuerpo.
Tras más de una hora con el partido detenido, finalmente se tomó la decisión de suspender el partido. Por el momento no hay detalles de qué pasará con el encuentro. Algunas versiones sugieren que pasaría River desde el escritorio, mientras que se comenta la posibilidad de que el cotejo se reanude en los próximos días. Incluso se habla de que podrían suspender a La Bombonera por ¡dos años!
Todo será cuestión de esperar para conocer la decisión que se tomará respecto a los incidentes y a la reanudación del partido.