Tevez y el club de los mala leche

Nuestra nota editorial sobre la patada del delantero de Boca que generó tanta polémica y comentarios desafortunados por parte de los medios y los hinchas en las redes sociales. 

Carlos Tevez no es un mala leche, es un futbolista extraordinario que ha demostrado a lo largo de su carrera que lo suyo pasa por el talento, por los goles y la gambeta. Nunca se ha caracterizado por  ir a pegarle a un colega buscando lastirmarlo. El Apache fue figura de un nuevo triunfo de Boca, pero los medios decidieron omitir sus goles para sólo centrarse en la patada que realizó generando la dura lesión de Ezequiel Ham. Ataque de periodistas, de anónimos a través de las redes sociales e incluso de protagonistas como Néstor Gorosito, que se sumó a la violencia contra el delantero de Boca al decir que «de nada servía el perdón». ¿Cuánto cuesta un error? ¿Cómo distinguir a un verdadero mal intencionado? ¿Cuál es el verdadero fin detrás de estas críticas?

Marcelo Tinelli es mala leche. El conductor de televisión, que quiere cambiar el estatuto de la AFA para llegar a presidir la institución, utilizó su cuenta de Twitter en la que tiene millones de seguidores para compartir todos los mensajes que agredían a Carlos Tevez. Ese medio suele ser el canal predilecto del vice de San Lorenzo para apretar a los otros dirigentes cuando siente que un arbitraje perjudicó a su equipo, pero que aparece silenciado cuando lo favorecen notoriamente como en el último duelo con Boca en el que Mario Yepes le pegó un planchazo artero a Sebastián Palacios sin sanción en el juego ni en la sociedad.

Mala leche hay en las redes sociales. Los usuarios de Twitter hicieron al apellido de Tevez trendic topic – uno de los 10 temas más hablados del país – , pero no el de Ham, que fue la víctima de la infracción. Hipocresía absoluta: llenaron la web de mensajes agresivos para condenar una supuesta actitud violenta, para en verdad sólo tener una excusa para atacar a Boca por medio del Apache.

Los periodistas son mala leche. Los dueños de los micrófonos más poderosos dieron otra clase de cómo hacer incoherencia en un mass media. Los mismos que destacaron la hombría de Vangioni por lesionar al Burrito Martínez, Pavón y casi fracturar a Gago, son los que hoy piden sanciones de oficio y castigos extraordinarios para un Tevez que tiene 14 años de carrera que demuestran que lo suyo fue un error que terminó en tragedia. A ellos no les gusta el fútbol, por eso no hablaron de los goles del Apache y sólo le dedicaron tapas y horas de tapes analizando cuadro por cuadro una patada y el dolor de un jugador. ¿Por qué no hicieron este mismo juicio moral con Rosso, jugador de Crucero del Norte, que hace días le provocó a Castellani una ruptura de ligamentos en su rodilla?

A Ham y a sus familiares le duele su lesión. A Tevez le duele su error y lo que le generó a un colega, por eso le puso a los médicos del Xeneize a su disposición para que sea tratado de la mejor manera posible. El árbitro Luis Álvarez también se equivocó, ya que debió expulsar al delantero de Boca por su infracción. El resto – al club de los mala leche – están dolidos por Boca, por el regreso de Carlitos y la punta del torneo. A ellos no los mueve el deseo de mejorar el fútbol argentino o hacer justicia, ni siquiera les importa el inmediato arrepentimiento del Apache, sólo los incita su frustración por no poder sacar una ventaja que limite las chances de que a fin de año la mitad más uno del país termine celebrando una nueva estrella.