Rodolfo Arruabarrena respondió en la intimidad ante la crítica pública de Gigliotti por su ausencia. El Vasco también pone su sello en la convivencia.
Un técnico no se se encarga únicamente de lo que pasa dentro de la cancha. Más allá de los conceptos de juego, de su capacidad para elegir ayudantes que fortalezcan táctica, técnica y físicamente a un equipo, el entrenador es el que tiene que bajar una línea de comportamiento dentro de un grupo. Rodolfo Arruabarrena demostró en las últimas horas que es un hombre que tiene personalidad para enfrentar a los jugadores cuando él considere que están en falta.
Emmanuel Gigliotti durante la semana generó revuelo en la interna de Boca Juniors con unas declaraciones sin casette, en las que el delantero reconoció estar «caliente» por su suplencia desde la llegada de Arruabarrena al club. El técnico recogió el guante y le dijo al jugador frente de todo el plantel que «si tenía un problema había que resolverlo puertas adentro, nunca en los medios». Con esa simple frase, el Vasco marcó la conducta que quiere para el futuro.
Por el bien de Boca, es hora de empezar a dejar el ego atrás y pensar en los objetivos grupales, como está haciendo el Vasco.
Gustavo Juarez
18 septiembre, 2014 at 18:52
grande el vasco se la banca.. eso le hace falta a Boca.. mas jugadores y técnicos con la personalidad que ejerce un grande ojala la dirigencia también vuelva a estar a la misma altura