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Editorial

El club que nació siendo grande y memorioso

Un nuevo ataque hacia la figura de Carlos Bianchi ocurrió ayer por la noche. La dirigencia de Boca Juniors volvió a actuar con bajeza frente a uno de los ídolos más grandes e importante del club en toda su historia. La operación anti-Virrey ya está en marcha.

Un día un grupo de jóvenes se reunieron en su barrio, ese que es tan mítico e importante para la formación de la cultura nacional, con la intención de formar un club. Era imposible que en ese contexto, con los colores de Caminito, con el cruce de personajes provenientes del puerto, con la mezcla de idiomas y costumbres, con el peso de la clase trabajadora y olvidada, que esa institución no naciera grande.

Boca Juniors tardó apenas veinte años en ser el primer equipo argentino de fútbol en viajar a Europa y dejar exultante el nombre del país. Tardo otro tanto en ser el primer campeón profesional, en arrasar  boleterías, en ser el club más dominante, el que conquistó América y la Intercontinental. Un club que tuvo a Cherro y a Maradona,  también a Rojitas, Rattin, Boyé y tantos otros. Ni hablar de técnicos como Distefano o Lorenzo. Hay algo que está bien en claro, la grandeza del Xeneize siempre fue inmensa e importante.

Pero hay que tener respeto. Carlos Bianchi no es un ser humano más que pasó por el club; es el fundador, el ideólogo, el entrenador y mentor de la época más gloriosa y espectacular que tuvo Boca Juniors en toda su grandiosa historia. Su vuelta tras años de «siesta» fue tan esperada como festejada cuando se concretó. La ilusión de todos los Bosteros se hizo realidad cuando se confirmó que el Virrey sería el DT del club desde enero del 2013 hasta diciembre del 2015. Tan verdad  es esto, como que en su regreso no logró que el equipo tuviera el juego esperado durante su primer año. También es cierto que durante los tres amistosos de este verano no se vio un cambio significativo en cuanto al juego; pero nada de eso justifica la operación que los dirigentes azul y oro están planeando para que el mejor técnico que ha tenido este club deba irse antes de que finalice su contrato.

El operativo anti-Bianchi ya está en marcha. Ayer fue vergonzoso ver en varios medios a algunos mercenarios de la prensa hablar bajezas del entrenador con una copia de su contrato. Está claro que acceder al vínculo que firmó el Virrey con Boca es solo posible para los Angelici, Martucci, Crespi o London. Personajes oscuros que dirigen al club y que no tienen las agallas para bancarse el costo político de decir públicamente que no quieren más a este técnico. Por lo contrario, utilizan sus influencias con algunos periodistas para armar operaciones mediáticas para intentar desestabilizarlo en la opinión pública mientras que ellos permanecen en las sombras.

Entregar un contrato a los medios ya es un acto inmoral, en especial por la psicosis que vive la Argentina con el dolar y por las posibles complicaciones con la inseguridad que esto podría significarle a Bianchi.  Esta metodología ya fue utilizada hace más de una década por el macrismo en Boca, cuando utilizaron el Olé para exponer el supuesto sueldo de Riquelme. Esa historia terminó con el secuestro del hermano de Román y con la partida del 10 a España, en una decisión que claramente se contrasta con la que él mantuvo durante años al negar sistemáticamente cada una de las ofertas del fútbol europeo para quedarse a jugar en el país y con la camiseta que más le gusta.

Ojalá en Boca, esta dirigencia, mantuviera siempre esta postura de entregar contratos a los medios. No para exponer a un ídolo, sino para que los hinchas y los socios tengan la posibilidad de ver cuál es la verdad con los acuerdos con el Hotel Boca, con Nike, con el Museo de la Pasión Xeneize,  con la televisión y tantos otros negocios turbios que siguen sin ser prolijos y claros.

¿Qué se viene? Seguramente, como en el pasado, aparecerán las reuniones con Guillermo Barros Schelotto o Martín Palermo, dos de los ex Boca que cuentan con el aval de Daniel Angelici y Mauricio Macri.  Para que en junio, fecha que pautaron como determinante para la continuidad de Carlos Bianchi, tener a un nuevo entrenador.

Boca Juniors es un club que nació siendo grande y memorioso. Una institución que aumentó su grandeza por el peso de su gente y por el talento de sus ídolos. ¿Será que la Bombonera deberá a volver a tronar para recordarle a los directivos de turno que la palabra más importante para todos los Bosteros es RESPETO?

 

 

 

2 Comments

2 Comments

  1. cristina sikos

    28 enero, 2014 at 15:07

    Guuuuuauuuuu que buena nota !!!!!! Felicitaciones ,insisto que cuando el periodista pone el corazon la nota pasa a ser escrita por cada uno de los defensores del Boca gigante ,sin operantes ocultos por cuestiones financieras y defensores a morir de la buena gloria del club

  2. Claudio

    28 enero, 2014 at 17:50

    Sin palabras. Si bien el equipo no funciono, no se puede esperar otra cosa, cuando los jugadores no levantan los pies y NO corren, NO ponen garra, parece que NO tienen ganas de ganar y por sobre todas las cosas, la mayoria no se da cuenta que estan siendo dirigidos por nada mas y nada menos que Bianchi

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