El momento de Seba

Una mirada sobre una decisión que decide el presente y el futuro inmediato de la institución.

Todo parece indicar que el interrogante planteado días atrás comienza a disiparse: Battaglia será al menos por un año más el entrenador de la primera de Boca. Si bien desde lo numérico el ciclo no fue malo en absoluto, y más teniendo en cuenta que se clasificó a la Libertadores por doble vía; es decir, tanto por ganar la Copa Argentina como por la tabla general, hay una gran deuda de quien fuere el jugador más ganador de la historia del club: mostrarse firme y lúcido en compromisos de mayor relevancia, e imponer condiciones al rival desde el juego.

Al aceptar este desafío demuestra algo que siempre destacó al Seba como jugador, como es su enorme personalidad para afrontar desafíos. Pero, por otro lado y no menos importante, también evidencia la gran muestra absoluta de confianza de esta comisión directiva, que prácticamente le dan la totalidad de su gestión y el futuro inmediato a él como entrenador.

El Macrismo/angelicismo estará expectante respecto al andar del Boca de Battaglia. Seguramente esperando un traspié para aprovechar políticamente el momento. Sin ir mas lejos, post Copa Argentina, y en un momento donde no se sabía qué iba a suceder con el futuro entrenador, se expresó Carlitos Tevez para empezar a jugar políticamente para la anterior gestión de cara al 2023, y con la mira puesta en criticar algunos manejos del actual vicepresidente del club: Juan Román Riquelme.

La decisión de que Seba continúe, opiniones personales aparte, también responde a una coherencia dirigencial, ya que un tiempo atrás distintos miembros del consejo de fútbol habían expresado que el sucesor del técnico de la primera sería el entrenador de la reserva, y es lo que están haciendo. La renovación es clara y confirma que para la comisión directiva la persona indicada para comandar ese proyecto es Sebastián Battaglia.

Cada uno de nosotros puede tener una opinión sobre Battaglia como entrenador. Todo es debatible y por supuesto que nadie tiene la verdad absoluta. Se ha cuestionado y se siguen cuestionando entrenadores que tienen una trayectoria y un palmarés bastante más abultado que el actual técnico de Boca, y eso será siempre así.

Lo que no es opinable, porque son hechos concretos y comprobables, es que en primer lugar el ciclo arrancó en un contexto bastante desfavorable para un debutante. Fue uno de los peores inicio de torneo de Boca en la historia en el que mostraba por debajo de la vigésima tercera posición al xeneize, algo que en este club no es normal. En segundo lugar, sumado a esto, Battaglia tenía que enfrentar un duro semestre con un plantel absolutamente heredado.

Quizás el margen que puede tener Battaglia, si es que existe eso en Boca, pase por ahí. Con un mercado de pases acorde, que ya comenzó a moverse por cierto, puede que veamos la mejor versión de Sebastián como entrenador.

Los hinchas apoyaremos al club más allá de los nombres propios, pero hay que saber de antemano que esta decisión puede definir el futuro político de Boca de cara a las elecciones dentro de dos años. La pelota ahora es de Battaglia que tendrá que devolver la confianza recibida.