El conjunto dirigido por Hernan Basile estuvo cerca de traer el título.
El Xeneize se enfrentó a Magnus por la final del Mundial de Clubes. Tras igualar 2-2 en en tiempo reglamentario con goles de Mauro Taffarel y Richard Rejala, Boca perdió la final por 3-1 en los disparos desde el punto de penal.
Boca empezó dominando el partido, dominando la pelota y siendo firme en la defensa. Logró encontrar rápido los huecos, aprovechando los errores de Magnus. El Xeneize se puso rápidamente en ventaja, en un contra ataque Contantino Vaporaki desdoblo dejando la pelota en el área del equipo Brasilero y Richard Rejala puso el 1-o. El empate llegó tras una gran acción personal y definición al primer palo. Luego Richard Catardo logro escaparse por su banda y tira un centro para que Mauro Taffarel remate, pero un defensor brasilero terminó desviando y anotando en su propia meta, dejando al equipo de Basile arriba y por 2-1.
En el segundo tiempo, Boca, como en los anteriores partidos, mantuvo el nivel de la defensa, pero decayó al momento de atacar desperdiciando varias contras. Entonces Magnus aprovecho para igualar el partido a falta de tres minutos para el final.
Al igual que en la Copa de Oro, Boca juego un alargue de 5′ en el cual mantuvo el empate, con varias chances para ambos. En los penales Maina sufrió la atajada del arquero, diferencia que aprovechó Magnus para cerrar la serie por 3-1 y sumar otro título Mundial para su institución.
Boca perdió pero fue orgullo en la derrota, haciendo historia y llevando al futsal argentino a lo más alto hasta el momento a nivel clubes con este segundo puesto.
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