¿Se va Cisneros y llega Orban?

Los dos jugadores comparten el mismo representante y en Boca no descartan un arreglo. ¿Ganará algo el club con la salida de esta joven promesa?

Nahuel Cisneros es la joya rebelde que tiene el Xeneize en su cantera. Este chico de 17 años, zurdo y talentoso que Rodolfo Arruabarrena mimó al tratarlo como parte del plantel de primera pese a que ni siquiera jugó un minuto en reserva, podría irse de la institución por no querer firmar contrato con Boca. Esta situación estaría siendo forzada por su representante Marcelo Lombilla, quién en el pasado hizo lo mismo con el juvenil Leonardo Suárez.

Paralelamente a esta historia se encuentra el interés real de Boca Juniors, en especial de Rodolfo Arruabarrena, por traer a Lucas Orban como refuerzo. El marcador central y lateral por la izquierda del Valencia es también representado por Marcelo Lombilla, generando una situación incómoda a la hora de negociar por el jugador.

Está claro que en Boca hay una notoria deficiencia a la hora de sellar el futuro de sus promesas con los contratos. También que no se educa como corresponde a los chicos para que tomen sentido de identidad y sepan valorar el club en el que están jugando. En especial en casos como el de Cisneros y Suárez, que iniciaron sus conflictos teniendo tan cerca la chance de empezar a jugar en la primera del Xeneize.

Hoy en Boca consideran que es muy difícil que Nahuel Cisneros siga en la institución. Es por eso que intentarán sacarle algún provecho a su posible salida, quizás pidiéndole a Marcelo Lombilla que ayuda con la llegada de Lucas Orban a cambio de no ponerle muchas trabas en el camino.

Pero, ¿es tan sencilla la operación? El Valencia pide una cifra imposible para Boca. Por lo que ahora intentarán conseguir un préstamo para sellar el pase. Mientras, Marcelo Lombilla, ya está buscando dónde ubicar a Nahuel Cisneros, siendo ese equipo español y el Villarreal los principales candidatos.

¿Podrá Boca sacarle un beneficio a la salida del juvenil? ¿Lograrán convencer en el club al chico para que no se vaya al exterior sin antes pasar por la primera? ¿Tendrá la suficiente capacidad la dirigencia para arreglar su error con el chico para al menos conseguir la llegada de Orban? ¿O al final la historia terminará con saldo negativo y sin beneficio alguno para el Xeneize? ¿Alguna vez cortarán relación con estos representantes carroñeros que sólo perjudican a la institución?

Muchas preguntas de una novela vinculada que parece recién empezar.