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Editorial

109 años de pasión y un momento de reflexión

Boca Juniors cumple un nuevo aniversario de su fundación, buen motivo para tomarse un tiempo y recordar la grandeza de la institución en estos tiempos de zozobra.

Soy Bostero desde que tengo capacidad de razonar. Crecí en una familia típica de la sociedad actual en la que no crecés con tus dos viejos en una misma casa. Ambos, tanto mi madre como mi padre son de Boca, pero mi pasión no fue heredada de ellos, en mi caso fue adquirida naturalmente. A lo largo de mi vida me he cruzado con gente que no es de este país o que no sabe de fútbol, ellos cuando ven mi fanatismo me preguntan «por qué sos hincha de ese equipo», yo les respondo simple y con contundencia: «porque no hay otro, es el único y el mejor».

Nosotros los hinchas de Boca somos así, un poquito fanfarrones y agrandados; no lo vamos a negar. Pero es que no nos queda otra, eh. ¿Cómo no se te va a inflar el pecho con un club como este? Acá jugó Rojitas, Maradona, Riquelme, Valentim, Cherro, Bermúdez, Suñé, Pescia Palermo, Varallo, Rattín, Ibarra, Mouzo, Battaglia,  Navarro Montoya, Gatti, Córdoba, Serna,  Marzolini, Tevez, Lazzati, Batistuta y tantos otros cracks.

Ni hablemos de los éxitos, esos que iniciaron antes del profesionalismo y que pusieron el nombre de la institución –  y del fútbol argentino – en la boca de todo el planeta por una impresionante gira por Europa en 1925. También podemos destacar otros logros más recientes, como las Libertadores con el Toto y el Virrey, o las Intercontinentales batiendo a gigantes como el Real Madrid y el Milan. Boca, por si fuera poco, tiene el orgullo de ser el único club que no ha descendido en la historia del fútbol argentino.

Atención, que los Bosteros somos agrandados también porque hemos crecido en la adversidad. La dulzura de los títulos es quizás tan importante como el dolor de los golpes. Este club se ha hecho gigante por el amor y el apoyo de nosotros, los hinchas, en los peores momentos. Batiendo récords de recaudación en los torneos más flojos o gritando hasta quedarnos sin voz en el templo alentando en los partidos más duros y desparejos.  Los que llevamos el azul y oro en la sangre supimos sostener y aplaudir en las derrotas más profundas. Juntos conseguimos poner el corazón para salvar a la institución en los momentos más duros, como en aquella época en la que si llovía se borraban los números en la espalda de nuestros ídolos.

Nos bautizaron el jugador número doce,  porque acá se alienta y se respeta. Desde los chicos surgidos en el club, incluyendo aquellos jugadores que transitan en la institución como aves de estación y hasta a aquellos que nos regalaron lágrimas y congojas de felicidad; todos saben que siempre contarán con un apoyo incondicional por parte del hincha de Boca. Nosotros valoramos el esfuerzo, la garra, los huevos y la actitud de dejar hasta la última gota de sangre o la de ir a trabar con la cabeza en medio de un barrial. Pero también tenemos la capacidad de sensibilizarnos por la técnica más pura y estética.

Nuestra inmensidad nos ha hecho, aunque parezca incoherente y contradictorio, ser capaces de ubicarnos dentro de la más pura humildad. El origen de este club está atado al pueblo, a los pobres, al extranjero lleno de ilusiones de recomenzar su vida en estas tierras, a la pizza, a la fainá, al barrio y a chapas pintadas inconexamente en Caminito. Es por eso que no nos duele – más bien lo contrario – que nos traten de Bostero o que nos asocien a otros países limítrofes en un intento inculto y barato de insulto racial. Ser Xeneize es formar parte de una familia sin fronteras ni prejuicios de raza, poder adquisitivo o capacidad cultural. Boca es mundial y a todos nos une algo mucho más importante e invaluable, que es la pasión y el amor por esta enorme institución. Somos la mitad más uno y corre sangre azul y oro en nuestras venas. No podemos no ser pasionales, está en nuestro adn.

Esta es mi historia y también la tuya, Bostero. En este día tan importante es fundamental que nos tomáramos un tiempo para reflexionar y para recordar nuestra pasión e historia. En especial en este momento de mayor presencia de resultados negativos que tanta preocupación nos causa. Porque no te olvides, Boca siempre sale adelante y ahora todos juntos lo vamos a levantar una vez más.

¡Feliz cumpleaños, Boca! Por una eternidad juntos…

2 Comments

2 Comments

  1. cristina sikos

    3 abril, 2014 at 18:10

    La verdad la nota es muy hermosa FELICITACIONES.
    Siempre hay peros…yo diria que el antiguo fanatismo de parte de su madre y el acompañamiento q hizo en su camino a este fanastimo cuenta.
    Crecemos y podemos ver a travez de la vida,que no todo es perfecto: muchos gigantes q jugaban en Boca,q yo vi y adule,despues la realidad me demostro que eran aborecibles seres,como palermo y contacto mafioso con la barra brava,mas actual,o guillermo que sigue tratando de «villero» a ROMAn.Tampoco los presidentes fueron buenos,Alberto J.no erauna buena persona y ni hablar de mauri-angelici que aborrecen al idolo maximo.
    Voy a q cumple años fundacionales un club ,q no es magico ,solo es un club el que elegimos.

  2. juan

    3 abril, 2014 at 19:51

    Exelente editorial, felicitaciones, abrazo bostero.

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