Boca dio vuelta un partidazo en la semifinal frente a Nueva Chicago y se quedo con la segunda llave.
El conjunto a cargo de Hernán Garcías nuevamente consiguió la clasificación a la final de la Supercopa 2023. Esta vez fue tras ganarle 3-2 a Nueva Chicago con doblete de Santiago Basile y un grito de Ezequiel Ramírez. Antes de este encuentro, el Xeneize alcanzó esta instancia tras derrotar a SECLA por 2-0.
La primera jugada clave la tuvo Boca: luego de un gran pase de Santiago Basile, Flores logró ganarle la marca a Cuquejo y se la picó tres dedos sobre Bottinelli, pero la bocha pegó en el travesaño salvando Chicago. El conjunto de Mataderos también tuvo sus chances de abrir el marcador, aunque los remates por suerte se fueron rozando los palos del arco de Guido Mosenson.
Si bien Boca fue quien más posición del balón tuvo, le costó mucho romper la primera línea para poder penetrar el área rival. A los 5’del PT, el Xeneize recuperó la pelota con Giménez, que quiso salir jugando con el juvenil Yáñez, pero en el intento de querer acelerar recibió una fuerte falta abajo de Cerro, acción en la que el segundo árbitro Scorsa dio ley de ventaja para que Boca siga jugando, haciendo que Lucas Ramírez logrE pescar la pelota y se la de a Cuello para que meta un zurdazo que se fue al lado del travesaño.
Chicago a los 10 minutos tuvo un tiro libre importante para abrir la ventaja en el tablero. Fue con un remate de ponge que pegó en Flores y, en el rebote, Zapponi se aprovechó de que Mosenson no se puso levantar para poner el 1-0.
Afortunadamente la felicidad le duraría poco al Torito, ya que rápidamente el Xeneize tuvo un doble penal que transformó en el empate. La jugada primero tuvo como ejecutor a Martínez Riveras, quien no pudo con el arquero, pero como se adelantó, el juez repitió la infracción y Santiago Basile ponga el 1-1. A los pocos minutos llegó otra falta y, por la misma vía, el jugador de Boca no falló y puso su doblete para lograr la ventaja antes del descanso.
En el entretiempo hubo un grave inconveniente en las tribunas entre la gente de Chicago, los hinchas de Almafuerte y los de Boca. El juez tuvo que suspender momentáneamente el partido porque los de Matadores tenían armas, haciendo que la policía tenga que hacerse presente en el microestadio.
Tras varios minutos el partido se reanudó y en la segunda parte se vio la presión sobre la terna arbitral, que amonestó a cinco jugadores de Boca. Ahí apareció el carácter de los juvenilez Yañez y Álvarez, quienes venían de romperla en el partido anterior y acá repitieron su gran actuación. Ellos, junto a Martínez Rivera, fueron quienes dieron espectáculo con sus gambetas, cambios de ritmo, lujos y caños.
Así, a puro fútbol y guapeza, Boca logró el tercer grito a los cuatro minutos del complemento. Fue tras una recuperación de Ezequiel Ramírez en campo rival, pase a Lucas Ramírez, gambeta entre dos del ex Villa La Ñata y pase atrás para completar la pared y hacer un verdadero golazo.
Chicago amenazó con meterse en el partido otra vez con un descuento rápido que llegó tras un disparo de Ponce, otra vez con rebote en el medio, que Guido Monsenson no pudo contener. Pese a eso, Boca no sufrió y terminó quedándose con justicia con la victoria.
Con este resultado Boca se aseguró este domingo, desde las 19:00 horas y con entrada libre en el Microestadio Municipal de Lomas de Zamora, jugar la final de la Supercopa 2023 de futsal frente a Almafuerte. El Xeneize quedó a un paso de arrancar otro año con otra vuelta, ahora dependerá del equipo seguir confirmando este gran nivel.