Las claves del Boca campeón de Russo

Te dejamos nuestra mirada de las cuestiones que hicieron que el Xeneize pueda dar una vuelta olímpica muy esperada.

Boca Juniors logró ganar un título que será recordado por mucho tiempo por lo apasionante de su definición, por lo agónica de la misma, y porque fue dejando a River con la amargura de haber dejado escapar algo que parecía imposible. Miguel Ángel Russo fue el gran constructor de una segunda parte brutal del torneo, es por eso que Diario Xeneize te comparte alguna de las claves de esta epopeya. Mirá:

El volante central: Miguel Ángel Russo supo jugar de 5 en su época de futbolista profesional. Todo su cuerpo técnico actual tiene ex jugadores que se desarrollaron en esa posición, como son los casos de Leandro Somoza y de Mariano Herrón. Es por eso que no es casualidad que el técnico, al igual que como hizo en su anterior etapa logró con Ever Banega, haya conseguido que su Boca tenga a Campuzano como una de sus figuras. Su conocimiento del puesto, y de la liga colombiana, hizo que Jorman saque a relucir todo su nivel y que hoy sea una de las grandes figuras del campeonato. Tan alto fue el rendimiento del ex Atlético Nacional, que ayer hasta terminó jugando como marcador central ante la emergencia por bajas, algo que hizo de manera notable y sin perder la importancia táctica y de juego. Aún con Marcone y todo el peso de lo que costó su pase ejerciendo presión, el entrenador prefirió las características y la capacidad, marcando una decisión que fue decisiva para la obtención de la Superliga 2019/20. Su apuesta fue un éxito.

Adaptarse: Russo heredó un plantel que no pensó, tuvo que sufrir la inesperada baja de De Rossi y solo tuvo dos refuerzos con la llegada de Pol Fernández y de Carlos Zambrano. Todo esto lo recibió con la gente desconfiando de la capacidad de muchos jugadores y con River teniendo la chance clara de ser campeón. El vuelco futbolístico que logró el técnico es para destacar, en especial por este contexto complicado y de poco cambio, algo que resalta aún más su trabajo.

Recuperar: Carlos Tevez terminó siendo la figura decisiva de la Superliga 2019/20, algo que muchos creían imposible por el nivel que venía mostrando el Apache en los últimos años, y también porque con el pasar de los días el DNI empieza a pesar más. Aún así, Russo lo recuperó y consiguió la mejor versión del 10 en mucho tiempo. Lo mismo hizo con Fabra, que mandó a Mas a lo más profundo del banco de suplentes y fue decisivo, con varias asistencias y su peso ofensivo. Ni hablar de Villa, al que acomodó en un perfil zurdo que parecía que le quedaba incómodo, convirtiéndolo en el delantero de mayor potencial de toda la liga.

Sanar: nadie puede negar el potencial y la jerarquía de Eduardo Salvio. Pero el delantero desde que llegó padeció problemas físicos que perjudicaron toda esa esperanza que genera por su juego. Esta situación cambió con la llegada de Russo, ya que el Toto apenas tuvo unas molestias que no lo dejaron afuera de ningún partido, salvo el del debut de la Copa por un tema de rotación y no por lesión. Hoy ya nadie pone en el foco su estado ni cómo fue su paso por la revisión médica.

Pensar en el otro: Boca tácticamente ha crecido desde el esfuerzo. No solo desde un tema de correr y relevar, si no de saber que para ganar hay que arriesgar y eso significa entender cuando el otro se equivoca. Ni hablar de la cantidad de goles con asistencia que ha generado el equipo, o aquellos en los que hubo muchos pases encadenados. Hoy se logró trabajar con solidaridad en las dos facetas del juego, algo clave para soñar con grandes cosas. Por eso es importante la presencia de jugadores como Soldano, que si bien su nivel individual no parece estar a la altura, en este contexto ha sido importante para ayudar en la defensa y a que otros jugadores sean importantes. Eso, con un mercado de pases que no pudo terminar de jerarquizar el plantel como se quería, fue clave.

Raíces: si hay una diferencia básica entre la etapa de Alfaro y la de Russo es la de la actitud. No porque antes no se dejara la vida en el campo, si no por la ambición ofensiva y la idea de juego de Miguel, que se asemeja al protagonismo histórico que ha tenido siempre este club. La búsqueda de ser protagonista fue la que permitió tantos puntos y el convencimiento de una hinchada que, al menos en esta Superliga, volvió a sentirse identificada.